Proyecto: En primera persona ( SEXTO GRADO A)
Blog de poemas
Como cierre de proyecto los alumnos de 6to. grado A, realizaron un blog de poemas de autores latinoamericanos. Queremos compartir con aquellos que no lo hayan visto.
Fundamentación:
“Hay en la actualidad una tendencia a no preservar lo íntimo, a pauperizar las reservas de lo personal, a convertir en espectáculo aquello que debiera ser reservado para resguardar lo que el ser humano es o está siendo. Los espacios en los que se propicia la afirmación de la singularidad, el progresivo develamiento de cada subjetividad, siguen siendo escasos. En nuestras instituciones, se ha filtrado también esta tendencia a exhibir, a apurar resultados sin esperar los tiempos de aprendizaje. Durante el trabajo de aula, los chicos y las chicas debieran poder transitar el camino inverso, deambular dentro de sí mismos, explorarse para dar con su propio perfil. La lucidez del docente que sí acompaña y qué sí espera, no siempre es respetada ni considerada relevante.
Quienes recorremos escuelas, bibliotecas y grupos de lectura sabemos que la poesía para niños sigue estando menos presente que la narrativa. Sabemos de La hora del cuento, de las convocatorias a mil versiones de Caperucita y demás cuentos maravillosos, de leyendas y muchas otras válidas variables narrativas. Pero la poesía, si está presente, es de manera lateral, como pidiendo permiso. Y si bien hay quienes han hecho de la difusión de la poesía su apasionado camino, todavía nos queda mucho por andar. La poesía está en la escuela, muchas veces, jugando a las escondidas con algunos docentes que le temen, apareciendo en las pocas escrituras de los chicos, asomándose en la mirada de mundo de los más pequeños.
Pero sigue pagando el tributo de la diferencia. Pocas escuelas sostienen programas de lectura. Pocos programas de lectura sostienen la poesía. Sigue estando aprisionada en una o dos semanas de clase, a veces deambulando en ratitos de un mes. A veces expulsada de todo tiempo escolar posible. Hay frases que se siguen escuchando en lo cotidiano escolar y no escolar:
La poesía es para las mujeres / No sé por qué lo dicen así, no se entiende / Tiene que tener rima, si rima es poesía / Ah, y alguna metáfora y comparación / Este año no doy poesía porque no está en la currícula de sexto / Imposible; no me dan los tiempos / Poesía tocó en abril ahora estoy a full con cuentos de terror…
Creo que en parte se la sigue pensando como pérdida de tiempo, como algo sin sustancia que quita tiempo a lo “realmente importante”. Tal vez nos han quedado resabios de una época en que todo lo salido de la norma constituía una amenaza, época de libros prohibidos y escritores emigrados o desaparecidos.
¿Para qué la poesía?
Para dar cabida a lo afectivo, para alimentar la íntima búsqueda reflexiva, para proyectarnos en palabras que nos contengan. Para descubrir que el mismo lenguaje que usamos con descuido puede llegar a configurarse como arte y en ese caso brindarnos un instante de belleza. La poesía, además de llevarnos a recorrer espacios nuevos, nos devuelve como lectores más eficaces, como hablantes con dominio sobre un lenguaje con más matices, relieves, intensidades. Porque el lenguaje poético requiere y propicia una recepción calificada, a la que el lector llega anclando en la materialidad sonora, en los ritmos que lo magnetizan, en las asociaciones, en el aliento de la metáfora.
Para dar cabida a lo afectivo, para alimentar la íntima búsqueda reflexiva, para proyectarnos en palabras que nos contengan. Para descubrir que el mismo lenguaje que usamos con descuido puede llegar a configurarse como arte y en ese caso brindarnos un instante de belleza. La poesía, además de llevarnos a recorrer espacios nuevos, nos devuelve como lectores más eficaces, como hablantes con dominio sobre un lenguaje con más matices, relieves, intensidades. Porque el lenguaje poético requiere y propicia una recepción calificada, a la que el lector llega anclando en la materialidad sonora, en los ritmos que lo magnetizan, en las asociaciones, en el aliento de la metáfora.
Porque la poesía es arte y como tal, dice el poeta entrerriano Juan L. Ortiz, "El arte no da cuenta del mundo para hacerlo comprensible, sino para devolverle su sagrado misterio".
La poesía como posibilidad de transitar y apropiarse de una creación de mundo sostenido por palabras, ofrece poblarlos con la circulación de otros sentidos.
Finalmente, la escuela es y debe seguir siendo el lugar fundamental para la formación de lectores cada vez más calificados; hemos recuperado la lectura, queda insistir en este camino y queda mediar para que el nivel de lectura vaya superándose poco a poco, acompañando las exigencias de nuestro tiempo. Por esto hay que volver a leer poesía, por esto y porque el acceso de todos al arte, a la belleza, nos compensará con una sociedad capaz de encontrarse en perfiles más dignos, en realizaciones colectivas más plenas”.
María Cristina Ramos es una destacada poetisa, narradora y educadora argentina.
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